Creyeron que las risas borrarían el fuego la justicia a gotas bañaría al perdón en la primavera creyeron del renombre. No sabían (cómo iban a saber) que la sangre se renueva son los dientes apretados tras la sonrisa atenta siempre acechándolos día y noche noche y día que somos todas sus sombras.