Un idioma concebido como lengua auxiliar y universal, como segunda palabra que logre el entendimiento entre hablantes de distintos países. Un idioma simple de aprender, aglutinante en sus sentidos, aparentemente complejo en su grafía. Esto es el esperanto. Carlos Bennett opta por llamar así su primer poemario, tal vez adivinando que la poesía, aún siendo escrita por un solo hombre, es capaz de reflejar el sentir de todos los hombres. Y rivalidades, lamentos y sangramientos, el sentir que todo hombre ha padecido. El idioma inevitable de estos parece ser la poesía, y la versificación su nueva grafía. RIVALIDADES Los versos de Los Esperantos nos entregan momentos en los cuales el hablante desafía a un otro. Esta fuerza antagónica que es el otro no es estática, y toma diferentes formas a lo largo del libro. A ratos, es el lenguaje mismo y la posibilidad de volver a nombrar lo ya dicho, la búsqueda de un nuevo decir. Despertar salir de los fuegos