Hasta dónde llegarás con este pulso descorchado ritmado al son del miedo y la ceguera agarrado del cogote con cordeles sacros con sacos de culpa ajenos a tu tiempo alejado del misterio y de la duda, hasta dónde. Hasta cuándo seguirás pontificando el temor propaganda la miseria intravenosa del hombre vacuna enfermando la vida, secando la sangre pudriendo la carne de tu descendencia que muere nonata, anda dime hasta cuándo. Te digo y escúchame bien, yo te digo reclamo el dolor y la dicha perdida, exijo la Fiesta el goce del cuerpo en la tierra mojada que el hombre replique el vasto Universo lejos del frío paraíso, lejos del vacío.